2005/08/20

Negocio

Entre los antiguos romanos, la actividad de las artes, pintura, poesía, música y literatura, por ejemplo, era propio de gente acomodada y dedicada al ocio y esta palabra llegó a significar toda actividad que no era trabajo manual, aunque en los pintores y escultores lo fuera.
Los que no se dedicaban a estas actividades no gozaban del ocio, lo que en latín se expresaba con dos palabras: nec, que significa no, y otium, que significa ocio. De manera que toda actividad no artística por decirlo así, era un necotium, es decir un negocio.

Moneda

En la antigua Roma, la acuñación de la moneda tenía lugar en un templo dedicado a Juno Moneta
Moneta que significa “la avisadora” era un sobrenombre de Juno y se le dio en honor a los gansos sagrados que se criaban junto al santuario de la diosa y que con sus graznidos dieron la alarma cuando la invasión de los galos cuando trataban de ocupar por sorpresa la colina en un ataque nocturno.

En este templo se acuñaba la moneda. Las monedas eran de bronce, oro o plata. En estos dos últimos casos el pago que se hacía no se aceptaba hasta que las monedas hubieran sido pesadas para evitar fraudes, la mayoría de los cuales se efectuaba recortando las monedas. Por ello, y ya en tiempos modernos, se usó el sistema de poner estrías en los bordes para evitar el fraude.

2005/08/09

Atrabiliario y Atrabilioso

Desde que Hipócrates y Galeno definieron los cuatro humores o líquidos corporales que según ellos definían el carácter y el temperamento humano, esa tesis fue usada como base por la medicina occidental hasta la Edad Media. Los humores en que se basaba esta creencia eran: sangre (en latín 'sanguinis'),flema (en griego y en latín 'phlegma'), bilis amarilla (en griego 'kholé') y bilis negra (en griego, 'melan kholé' y en latín, 'atra bilis'). El temperamento sanguíneo es el del sujeto que reacciona en forma rápida y enérgica, cuyo humor dominante es la sangre; el flemático es el sujeto tranquilo, que reacciona en forma lenta y cuyo humor dominante son las flemas y otras secreciones mucosas; el colérico es el individuo definido por el predominio de la bilis amarilla o 'kholé' y el melancólico es aquel en que predomina la bilis negra o 'melan kholé', dado a la tristeza y a la meditación.Vemos pues cómo de estos cuatro humores surgieron cuatro palabras que hasta hoy definen en nuestra lengua temperamentos o estados de ánimo: sanguíneo, flemático, colérico y melancólico. Una quinta palabra, surgida de la idea de 'bilis negra' es atrabiliario, que nació del nombre en latín de ese humor, la 'atra bilis'. Atrabiliario debería ser pues, por su etimología, un sinónimo de melancólico, pero por alguna razón su sentido evolucionó para definir un 'sujeto destemplado y violento'. De allí surgió también Atrabilioso

Gazapo

Voz usada para referirse a un conejo joven, pero también para mencionar yerros en el lenguaje hablado o escrito. ¿Dónde se origina este segundo significado de gazapo? Pues no tiene nada que ver con ningún conejo; el gazapo de los errores tiene una etimología diferente: proviene de la antigua palabra española gazafatón, derivada de la griega kakénfaton, que también en esa lengua significaba 'error de lenguaje' o 'palabra malsonante'. El gazapo de largas orejas, en cambio, tomó su nombre de otra palabra griega: dasupous, del mismo significado.
Ambas acepciones de gazapo tienen en común apenas el hecho de que sus designados saltan allí donde menos se les espera.

Izquierdistas y derechistas

Una de las palabras más antiguas de nuestro idioma, anterior no sólo al español sino al propio latín, pues se supone que provenga de una lengua ibérica de la región de los Pirineos, anterior a la llegada de los romanos.
Izquierda no se refiere sólo a uno de los lados del cuerpo, el siniestro u opuesto al derecho, sino también al conjunto de las tendencias políticas generalmente calificadas como “progresistas” o como “radicales”. Esta última acepción se originó en la Asamblea Constituyente que se formó en Francia después de la Revolución Francesa. En el lado izquierdo del hemiciclo donde se reunía la Convención Nacional formada en 1792, se sentaban los jacobinos, un grupo de izquierda radical; del lado derecho estaban los girondinos, liberales moderados, y en el centro, la Llanura, cuyas posiciones oscilaban hacia uno u otro lado.

2005/08/05

Requerir de

Alguien tuvo la desafortunada idea de agregarle la preposición de a los verbos requerir y necesitar. Y como suele ocurrir con esta clase de incorrecciones, se extendió la costumbre de construir frases como “La inseguridad del país requiere de una mano fuerte”, cuando lo correcto es “…requiere una mano fuerte”.
El verbo requerir cuando indica necesidad, no lleva la preposición de. Cuando se usa con el significado de solicitar, pretender, expresar su deseo o pasión amorosa, sí la lleva: “requiere de amores”

2005/08/02

Insuceso

Esta es otra de las palabritas que alguien se inventa y a medida que otro la va escuchando, la agrega a su léxico personal, utilizándola como novedad. No existe esta palabra en el diccionaro de la RAE y por consiguiente no debe usarse.

¿Cien por ciento o ciento por ciento?

Aunque está muy difundida, la expresión "cien por ciento" está considerada como incorrecta por la Real Academia. Lo correcto es "Ciento por ciento"