2005/10/30

Halloween

Debido a la mundialización o globalización, tradiciones heredadas de esta antiquísima fiesta de origen celta se están extendiendo tan rápidamente en los países hispanohablantes que tal vez valga la pena echar una ojeada a su origen, por más que halloween no sea una palabra de nuestro idioma.
En la Antigüedad, en Bretaña, Escocia e Irlanda, se festejaba la fiesta de Samhain el 31 de octubre, último día del año en los antiguos calendarios celtas y anglosajones. En esas ocasiones, se encendían grandes hogueras en lo alto de las colinas para ahuyentar a los malos espíritus y se creía que las almas de los muertos visitaban sus antiguas casas, acompañadas de brujas y espíritus. Para evitar que estos les hicieran daño, debían pagar una extorsión o “vacuna” como decimos en Colombia.
Con la llegada del cristianismo, muchas fiestas paganas fueron adaptadas y se estableció el primero de noviembre como Día de Todos los Santos y el 31 de octubre pasó a llamarse en inglés "All Saints’ eve" (víspera del Día de Todos los Santos) o también "all Hallows‘ eve", de donde derivó "halloween". *Hallow* es palabra del inglés antiguo que significa ‘santo’ o ‘sagrado’ y que, como el moderno vocablo *holy* proviene del germánico *khailag*.Muchas de las tradiciones de *halloween* se convirtieron en juegos infantiles que los inmigrantes irlandeses llevaron en el siglo XIX a los Estados Unidos y desde allí se han extendido en las últimas décadas por el mundo hispánico. En Cartagena el dia de Halloween se celebra una fiesta de niños llamada “Día de los Angelitos” y en lugar de brujas se disfrazan de ángeles.

Fecha

Esta palabra proviene de “fecho”, el participio pasivo del verbo fazer, ‘hacer’ en español antiguo (y en el portugués de hoy), o sea, ‘hecha’. Inicialmente significó no sólo indicación de tiempo de un escrito sino también de lugar, puesto que una carta se iniciaba con algo así como ‘fecha en Sevilla, el 22 de junio’ o, como en la carta de Don Quijote a Dulcinea, ‘fecha en las entrañas de Sierra Morena, a 27 de agosto’.

Oportuno

Es fácil imaginar que, para los navegantes de otras épocas, que recorrían los mares en busca de vientos que los favorecieran, nada podría haber más oportuno que un viento que empujara sus velas hacia el puerto anhelado. Ése es precisamente el origen de la palabra oportuno, tomada del latín op portunus y formada por "op" (hacia) y "portus" (puerto), literalmente,"hacia el puerto".

Gimnasia

En la antigua lengua griega, "gymnós" significaba "desnudo". Los atletas competían completamente desnudos, como podemos apreciar en las esculturas de Praxíteles. La “indumentaria” era la misma de los alumnos y docentes de algunas escuelas de filosofía, como la de los gimnosofistas, así llamados porque acudían a clase sin ropa. Por esa razón, la palabra gymnasion se aplicó tanto al sitio usado para la práctica de ejercicios físicos como a algunos lugares de enseñanza.

2005/10/15

¿Impreso o imprimido? ¿Freído o frito?

Una serie de verbos se caracteriza por tener dos participios, uno regular y otro irregular. No obstante, para la formación de los tiempos compuestos se utilizan generalmente los regulares (con las excepciones de frito, impreso y provisto), quedando los irregulares en función adjetiva. Por ejemplo, el profesor no ha corregido todavía los exámenes, pero suponemos que están correctos.

En cuanto a los verbos imprimir y freír poseen dos participios, uno regular y otro irregular, y ambos son igualmente correctos en español:
Infinitivo: imprimir
Participios: impreso e imprimido
Infinitivo: freír
Participio: freído y frito

Pero sucede que algunas de estas formas nos parecen en ocasiones menos comunes, por lo que tendemos a considerarlas erróneas. Sin embargo, se pueden usar indistintamente para la formación de los tiempos compuestos de los verbos:

He impreso el documento.
He imprimido el documento.
He frito los plátanos
He freído los plátanos

En el caso de que se use como adjetivo, se utiliza exclusivamente la forma frito; y así, diremos: papas fritas y no: papas freídas
Diremos: pescado frito y no pescado freído
El verbo fritar como sinónimo de freír es correcto, aunque sólo se utiliza en Colombia y en la provincia española de Salamanca. Sin embargo, la Academia recomienda utilizar, preferiblemente, freír.

En conclusión: las formas irregulares no pueden usarse en los tiempos compuestos; por lo tanto no se dice he impreso diez copias sino he imprimido diez copias dado que es el participio regular imprimido el que debe usarse en la conjugación. Los participios irregulares sólo se emplean como adjetivos o sustantivos.

¿Aprieta o apreta?

Un verbo que ha causado más de una confusión es apretar, por la equivocada tendencia de hacerlo regular cuando es irregular. Sin embargo, resulta fácil su conjugación si se sabe que se conjuga como calentar:

(Yo caliento) Yo Aprieto
(Tú calientas) Tú aprietas
(El calienta) El aprieta
(Nosotros calentamos) Nosotros apretamos
(Vosotros calentáis) Vosotros apretáis
(Ellos calientan) Ellos aprietan

Apuñalear y apuñalar

"El asesino apuñaleó a su victima después de robarla", decía en estos días un periodista del noticiero. Es un barbarismo decir apuñalear en lugar de apuñalar, un verbo regular que se conjuga como amar:
Yo apuñalo
Tú apuñalas
Él apuñala
Nosotros apuñalamos
Vosotros apuñaláis
Ellos apuñalan

2005/10/01

Palíndromos y capicúas

Un palíndromo (del griego palin dromein, volver a ir hacia atrás) es una palabra o frase que se lee igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda, por ejemplo anilina, Yo soy, luz azul.
Si se trata de un número, también se llama capicúa. El término capicúa se origina en la expresión catalana cap i cua (cabeza y cola).
En todos los idiomas hay palíndromos, y muchos escritores como Cortázar, aportaron varios. He aquí unas de mis favoritas empezando por una muy ingeniosa que define al palindromista:


  • Sé verlas al revés
  • Anita la gorda lagarta traga la droga latina
  • La ruta nos aportó otro paso natural
  • Adán no cede con Eva, y Yavé no cede con nada
  • Eva usaba rimel y le miraba suave
  • No traces en ese cartón
  • Dábale arroz a la zorra el abad
  • Amo la pacífica paloma
  • Son mulas o los alumnos
  • No deseo yo ese don
  • Yo dono rosas, oro no doy
  • Somos o no somos
  • Se es o no se es
  • Oirás orar a Rosario
  • Se van sus naves
  • O rey o joyero
  • Yo hago yoga hoy
  • Amigo no gima
  • Anita lava la tina
  • Adán salta y Atlas nada
  • Acaso hubo búhos acá
  • Amad a la dama
  • La ruta natural
  • Echar el muerto

    La expresión echar el muerto, se utiliza comúnmente para imputar a un tercero la culpa de lo que no ha hecho.
    Al parecer, el origen de la expresión se remonta a la Edad Media. Según las leyendas medievales, cuando dentro de los linderos de un pueblo aparecía el cadáver de una persona muerta de forma violenta y no se llegaba a esclarecer quién había cometido el asesinato, los habitantes de dicho municipio estaban obligados a pagar una multa.
    Para evitar pagar la sanción, que se conoce como "homicisium", los vecinos aguzaban el ingenio hasta límites insospechados. Uno de los recursos más utilizados era callar el hallazgo, meter el cadáver o cadáveres en sacos y, en la oscuridad de la noche, arrojarlos en territorio de otro pueblo próximo. Echar el muerto a otro pueblo vecino equivalía, pues, a cargarle con la responsabilidad de un crimen y con la multa correspondiente, salvo que se entregara o se capturara al asesino.

    Sándwich, emparedado o sánduche

    John Montagne, (1718-1792), inglés conocido en la historia con el título de Conde de Sándwich, alternaba su pasión por la literatura y las ciencias con la del juego de cartas, dados y ajedrez de forma obsesiva. Tan obsesiva que no quería pararse de la mesa de juego para comer y pedía en cambio, dos rebanadas de pan y entre ellas, una rebanada de carne. Así, utilizaba sólo una mano para comer y no tenía que suspender el juego.
    La originalidad de Sándwich cundió rápidamente en los círculos asociales de Londres, y luego a otras naciones y con él la palabra sándwich para designar esta comida.
    La Academia de la Lengua intentó imponer sin mucho éxito, el nombre emparedado para remplazarlo, hasta que finalmente se rindió y aceptó el término sándwich, pero con tilde en la e.
    Sánduche, una propuesta fonética españolizada, no está aprobada y no figura en el diccionario de la RAE.

    Camarotes y literas

    En nuestro país se les ha dado por llamar camarote a una litera. Miremos lo que dice el Diccionario de la Real Academia Española:
    Camarote: Cada uno de los compartimientos de dimensiones reducidas que hay en los barcos, para poner las camas o las literas.
    Litera: Cada una de las camas estrechas y sencillas que se usan en los barcos, trenes, cuarteles, dormitorios etc., y que por economía de espacio se suelen colocar una encima de la otra.
    Es decir, los camarotes generalmente tienen
    literas.